Tú, que me pones horarios para transitarte;
Tú, que has sido testigo de movilizaciones de toda índole;
Tú, que lloras a diario cuando tu suelo se tiñe de sangre a manos de la violencia;
Tú, que sufres la desidia de gobernantes y ciudadanos;
Tú, que has sido golpeada por la naturaleza que jamás perdona;
Tú, que has sido testigo del nacimiento de muchos hombres de bien y mal;
Tú, que albergas centros gubernamentales donde lo que menos se hace es trabajar por tus ciudadanos, ocupando un espacio valioso;
Tú, que tienes mucho que contar bajo esa extensa piel de concreto que cubre tu inmenso corazón, reflejado en quienes nacimos contigo;
Tú, cuyo soundtrack en los últimos años han sido violentos cornetazos, improperios y disparos;
Tú, que por tantos años has permitido en doloroso silencio que los buhoneros cubran tu rostro, sin que ellos no hagan más que desfigurarte;
Tú; Caótica, impredecible, Surrealista, contradictoria, descocada;
Tú, que con un Poliedro agonizante, pides a gritos centros deportivos y de entretenimiento, para que nuestro escape de tu realidad no sea improvisado;
Tú, que albergas el recorrido de un rio que antes era cristalino… Ahora solo arrastra nuestros desahogos;
Tú, que has crecido obligada por quienes quieren casa a juro;
Tú, que seduces cual sirena con su canto y al mismo tiempo espantas a quienes vienen de afuera;
Tú, que luchas día a día por tener una mejor reputación;
Tú, dueña de El Metro y su particular funcionamiento que logra el acercamiento de los caraqueños… así sea por la fuerza;
Tú, que cambiaste escasos techos rojos por millones de techos de zinc;
Tú, que nos haces dependientes de ti;
Tú, que nunca duermes;
Tú, Ciudad de clima amable;
Tú, Cuidad alegre y dinámica;
Tú, cuna de mujeres hermosas;
Tú, sultana del cerro más hermoso del mundo, tu pulmón: El Ávila;
Tú, guardiana de la Ciudad Universitaria, Patrimonio cultural de la Humanidad;
Tú, que en ocasiones funges más como laboratorio social que como ciudad;
Tú, que eres santa y puta (Más de la última que de la primera);
Tú, que a pesar de los mal portados, malcriados, violentos y desordenados que somos, tiene hijos que siempre ríen hasta de sus propias desgracias, tienden la mano al necesitado y siempre te tratan de “mi amor”;
Tú, que con tus centros culturales y parques, das un respiro a quienes hacemos vida aquí;
Tú, que aun no te deshaces del canto de aves y de la risa de los niños;
Tú, que pides a gritos ser salvada de la muerte, aunque aun esté lejos;
Tú, que eres guerrera
Tú, que eres pasión;
Tú, que eres locura y cordura;
Tú, que hoy cumples un año más y vives aun en la adolescencia…
Confieso que a veces no sé si felicitarte o darte el pésame. Solo quiero darte las gracias por verme nacer, crecer y transitar por tus calles, por darme oportunidades para crecer académica y profesionalmente, por darme entretenimiento y algo de caos… Como diría mi gran amigo Carlos Urbáez Oviedo: “Por lo menos nuestra ciudad locota no es tan ladilla como Londres, es menos puta que Roma pero solo un poquito, otra cosa bella de mi ciudad que no es tan marihuanera como Mèxico. Caracas disfruta tomando un daiquirí junto a Buenos Aires que ella es pana y no te va a recordar que eres una cuarentona”
Por eso y mucho más: ¡GRACIAS CARACAS!
FELIZ CUMPLEAÑOS: NI VIEJA NI JOVEN, SOLO TÚ!
... Y que los golpes sirvan para madurar...
... Y que los golpes sirvan para madurar...
Es imposible leer esta verdad y que no se te arrugue el corazón, saber que lo que se dice es cierto y que es difícil escapar de la realidad en la que te han convertido, buscar una salida sabiendo que al final siempre te alcanzará lo que lamentablemente te tiene que alcanzar, pero siendo un venezolano optimista necesito recordarles que somos un pueblo valiente que luchó contra un yugo, que a superado todas las expectativas y que a pesar de todo sigue siendo noble... Rescatemos nuestra capital, seamos mejores seres humanos, no nos hundamos en la desidia y enseñemosle al mundo que si podemos cambiar!!!
ResponderEliminarEs así... hay tres fechas en particular que nos recuerdan que cuando somos organizados logramos cosas extraordinarias: 19 de abril, 24 de junio y 5 de julio... Quizás no sepamos cómo lograrlo, pero no esperemos más para decidirnos! Gracias por tu comentario :)
ResponderEliminarComo muchos caraqueños, a mis 53 años, he sido testigo de una variedad cambios y otros me han tomado por sorpresa, desde mis comienzos, en un barrio de Los Rosales hasta ahora que vivo en Guarenas, pero siempre con mis principales intereses anclados en nuestra ciudad. Lo que más me entristece es como hemos ido perdiendo la educación (buen comportamiento ciudadano), la identidad con la ciudad y el país. En mi niñez los vecinos eran parte de la familia, ahora son seres de los que hay que desconfiar. Faltarle el respeto a un vecino o cualquier persona mayor era lo más obsceno y digno de castigo (físico). Nuestro forma de ser (siempre dispuestos a ayudar) se perdió. Confieso que yo también pertenezco a esa mayoría.
ResponderEliminarPero lo que he observado, es que los hijos de muchos de nuestros contemporáneos son groseros y brutales, eso nos dice lo poco que hemos cuidado lo que nuestros padres y abuelos nos enseñaron.
Un regalo que le podemos dar a nuestra capital y a Venezuela en general es educar a las nuevas generaciones, nuestros hijos y nietos. Enseñémosle la convivencia ciudadana y el respeto a las leyes jurídicas, religiosas y del hombre. Podrán decir que soy un soñador, pero por lo menos yo lo he intentado con mis hijos. La tarea es tetánica por todo el tiempo que debemos invertir en ello, pero hagamos una cadena en la que cada vecino entienda que es ese el camino y que éstos sigan creando consciencia en sus familiares y amigos. Creo que no tenemos otra salida.
También, aunque sea doloroso para algunos de nosotros, el gobierno, quien es el llamado a hacer cumplir las leyes, debe aplicarlas y severamente. Yo no he tenido la suerte de vivir en un país desarrollado, pero si he tenido la oportunidad de ver algunos y lo que noto es que, a parte de lo buen ciudadano que son sus habitantes, hay una clara convicción de que cualquier comportamiento en contra de las normas establecidas será castigado.
No pido que seamos como esos habitantes de los países desarrollados, que en mi parecer son individualistas, sino que seamos cercanos a lo que recuerdo cuando era niño (les recuerdo que me crié en un barrio) eramos colaboradores y respetuosos.
No trato de engañarlos, indudablemente que en aquella época empecé a ver el nacimiento de los llamados malandros (por culpa de falta de control por parte de sus padres), pero éstos no se metían con los vecinos. Inclusive, yo lo viví, cuando uno estaba en la calle después de cierta hora o hacía algo indebido en el barrio, los que llamábamos malondros viejo o cualquier vecino de bien nos llamaban la atención y nos amenazaban con decirle a nuestros padres.
No quiero hacer una apología al crimen, lo que quiero es que reflexionemos y volvamos a ser buenos vecinos y mejores ciudadanos, porque Caracas se lo merece y nuestro hermoso país más aun. Rescatemos el orgullo de ser venezolanos, tal como estamos orgullosos de nuestra Vino Tinto.
Habla con tu vecino para que al menos en la vereda, callejón, urbanización, etc. seamos mejores.